14 de noviembre de 2008

Tiempo


La niebla cubría la estancia, tu voz suave y pausada decian las cosas que los dos ya sabíamos, escuchaba tus palabras y mis pensamientos, olía el aire y sentía el viento.
La luz entraba por un hueco abierto en las cortinas, el ruido de la noche en silencio, el humo de un cigarrillo mal apagado, la música de tus frases...
Te miraba, observaba atenta el movimiento de tus labios, una sonrisa que se escapaba, un cruce de miradas, un silencio...
Sentí como se detenía el tiempo, un segundo, dos y volvían los minutos a caminar...me volví muda en sonidos, pero oradora en mis movimientos.
Sentía tener que articular alguna palabra, una frase...pero no alcanzaba a ordenar los miles y miles de pensamientos que se agolpaban al momento a las puertas de mi alma...
Sonreí, te miré y sonreí.
Una frase se posaba ante mis ojos, "El tiempo lo destruye todo" y yo necesitaba eso...tiempo...
destruiría el tiempo lo que aún estaba por construirse, o existen lazos tan fuertes que ni el tiempo consigue destruirlos...
Solo el tiempo sabe lo que es el tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El reloj no tiene el tiempo,...
.... lo tiene el miedo.
Existe un tiempo atemporal, inmortal, donde nosotros somos los unicos dueños.
El tiempo lo destruye todo,...quizá si, sinembargo, existe un latir neutral, que con cada segundo alimenta y alimentará el devinir.
Ser y Durar. El reloj no tiene el tiempo,...lo tiene el miedo.

P.D : wOw! Increiblemente Atemporal.