Hubo una vez que soñé ser aire, me colaba entre los entresijos de tu ser, te acariciaba la cara y mesaba tu pelo. Envolvia tu existencia en una suave brisa fresca y silbaba entre las hojas cantandote nanas.
Hubo una vez que sentí ser el agua de tu cuerpo, dandote vida y forma, fluyendo en tu vivir y meciendote entre mis olas.
Hubo una vez que creí, que viví y existí siendo todos los elementos reunidos en tu centro. El centro de toda existencia, mi centro.
2 comentarios:
Y ahí iba él, marcando su curso, sin dejar atrás su cometido, elíptico, cíclico, incluso enigmático...recorriendo así aquel universo de sensaciones, libre en tu elemento.
Me encanta...
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